Los sueños,
profecías de viejos,
amoldándose al eco
repetido y constante
de lo que ya sabemos.
Tenemos fe y luchamos
por la ciega existencia
volviéndonos asiduos
a todos sus secretos.
Y la existencia vaga
más allá de los huesos…
Cosas mías… vagando
en un mundo de versos…
sin registrar las fases
de la luna en mis sueños.
Cosas mías,
inescrutable mundo
que no tiene regreso
en este pandemonium
sin suspiros,
sin ecos,
que coloquen estelas
¡de un sol con sus misterios!