Hoy huele a pan y a fruta
la mesa, ya dispuesta,
espera las sonrisas
y la alegre conversa
que a todos nos maneja.
En el patio se siente,
desde los altos cerros
hasta las hojas anchas
la brisa que desciende
del platanal en ciernes.
Y bailan mariposas
con sus bordados trajes
jugueteando al compás
de las hojas rebeldes
sobre la suave piel
de las flores alegres.
Los platos, demostrando
la generosa ofrenda
tienen esa apariencia
que encienden los aromas
para tornar esperas
en las sonrisas gratas
que acompañan la escena.
Y perdura la risa,
perdura el parloteo,
se encienden las miradas
y bailan los deseos
entre broma y sonrisa,
que avivan el momento.
Hoy huele a pan y a fruta,
a sonrisas que nacen
con las justas ofrendas,
a pan y a frutas frescas
a dulces y a conservas.