Vuelto lunar destello,
el inconcluso
vuelo de ave nocturna
intranquiliza
la pacífica noche
desplegando
su negro tafetán
sobre los campos.
Trasciende el reclutar
de los murmullos
germinando en los cantos
que levitan
sobre la alfombra verde.
Es nocturno de sombras
germinando tenues
mientras la faz se esconde
tras las gafas oscuras
de unas nubes
que cruzan
ignorando los pliegues
de las nubes que emergen.
Hay un centro en las luces
y una luna, que oculta,
prefiere estar callada,
después de las renuncias.