Miro a lo lejos,
crecer y postergar mis ansias.
Están allí de bruces
con el deseo arcaico de vencer
y de vencerme.
Levitan ante mi
en un semicírculo curioso
que se agiganta
cada instante
y no sucumbe
ante el impacto
de mí: no sé qué hacer…
Distante,
suena el teléfono…
La contestadora te trasmite
una voz conocida
que te llama
y no quieres oír.
Mensajes que golpean
las paredes
que deseo construirme.
Oír, oírlos…
Estar presente o no estar
elijo lo segundo
con esta prodigalidad
de redes y artefactos
me siento
como identificada
en una gran postal
colocada en la vía
para que todos me busquen
y me encuentren.
Ignoro la señal,
pero sigo sintiendo…
A lo lejos,
miro cercana
mi propia lejanía…