Yo me voy,
quieta ola
compartiendo el espacio.
Dejadez de los nuncas
y encuentros
de hasta cuandos…
Visionaria de penas
unidas como lazos
a un sin fin de recuerdos
rememorando ocasos.
Yo me voy,
como nunca,
en mi afán
de encontrarte
tan sembrado en mí misma
como lo fuiste antes.
Y me voy, pregonando,
las viejas agonías
que yacen, como nunca
en mi tranquila vía,
perdonando avatares,
diluyendo consignas
en un pleamar, que sube,
hasta mi propia rima
decidiendo lo poco
o lo mucho que brilla
más allá de los soles
tendidos en tu orilla.
Yo me voy,
como siempre,
desterrando naufragios
y emprendiendo mi lucha.
Me llevo los recuerdos,
los sueños y las culpas,
por ese irme siempre
que claudicó mi lucha
prendida en hasta cuándos
¡que no perecen nunca!