Agonizando vuelan
las horas del receso.
Siento tu piel:
alondra de futuro
y de besos…
Sueño…
Mísera soledad
ocultando los medios
para llegar a tí,
y en mi fortuna:
se dispara la diana,
y la luna, que peca
por estar alarmada
hace sus crucifijos de algodones
buscando emancipar
antiguas hadas
que llegan hasta tí,
casi sintiendo,
la inmensa soledad
que les regalas…
La luna:
hasta mira y sonríe,
cuando pasa,
pero sigue esperando:
tan terca y ocupada…
como moza que aguarda
antiguas serenatas…