Tal vez predisponiendo
las horas del cansancio,
la tarde se hace larga
con su triste letargo,
y cruza, a su mandato,
el canto de los pájaros,
meciendo los ramajes
con vuelos agitados.
Es el tiempo y la brisa
conjugando el espacio,
y entre revuelo de hojas
la lluvia va sumando,
motivando aleteos
y llamadas y cantos.
Tal vez sea la lluvia
primera en encontrarnos,
con la misma esperanza
de gotas, en el campo,
motivando en la siembra
el crecer de las ramas
con la brisa danzando…
Tras todos los destellos
de los rayos jugando
sobre un azul celeste
predisponiendo luces
para alegrar los pasos…
Y los pasos se alargan,
como si fueran mágicos…