Esta tarde,
hasta el río
se vistió de tristeza:
aminorar la marcha,
mermándose en la entrega,
hacia la mar lejana,
más allá del espacio
de todas las ideas…
Esta tarde:
hasta el cielo
suscribió su tristeza,
mermándose de luces,
blanqueado las fronteras,
mirando la corriente
con la triste paciencia
de quien se va mirando,
y aún no se da cuenta…
Esta tarde,
los árboles esconden
la futura cosecha
en unas hojas libres
que vuelan con firmeza
hacia las mismas aguas,
sobre la misma acera…
Esta tarde, la tarde
se puso trenzas blancas
y hasta una luna llena
iluminó la fragua
del río, en su faena…