No me toques.
No me toques
la tecla del desespero
si tu sufriste
más antes
o si yo sufrí primero.
Lo cierto es
que cada muerte,
tiene su propio sendero
para vertir tantas lágrimas,
para llorar los recuerdos
y una muerte, es una muerte,
que sólo trae desconsuelo
por lo solo que quedamos
de los que siempre queremos
y no saber cuantas lágrimas
serán las que llevas dentro
que no se sacan si ries
ni se marchan cuando quiero.
No me toques,
no me toques,
la tecla del desespero
porque quien muere en la lucha
queda siempre en el recuerdo
de los dolores que siempre
perduran en cada pecho.
Y si tu sufriste antes
o si yo sufrí primero
no es garantía del luto
que tu sentirás por dentro.