Tal vez no sea nunca
el momento perfecto,
la hora imaginada,
el minuto concreto,
la voz voz que nunca digo,
la mano, que tejiendo,
le va poniendo el hilo
a los resabios viejos.
Tal vez no sea siempre
la musa que te aguarda,
los versos, que ignorados,
se marchan ligeros,
la sonrisa que vino,
de pronto, desde adentro,
para que la ignoraras
en el segundo nuevo.
Tal vez todo te dice
para que nunca escuches
el rumor de recuerdos,
y la boca se cierre,
y se opaquen los sueños,
y seguimos durmiendo
sin que importe la diana
que llama al desconsuelo.
Tal vez, todo es mentira,
en su posado nuevo…