Cae la lluvia y parece
gotear en nuestra alma
casi un millón de veces,
tecleando las angustias,
y animando parece
estar cansada y triste
hacia su propia frente.
Cae la lluvia, y dando
su promesa a la tierra,
humedece el camino
bordeando las fronteras
de un andanal de hojas
que, desde el árbol, vuelan
tras el viento que sopla
y volando las deja…
Cae la lluvia y vuela
sobre mi su tristeza.
Volviéndose al pasado
mis recuerdos anhelan
volver al viejo mundo
que, ayer, me distrajera
con su montón de luces
y risas dondequiera.
Cae la lluvia mansa,
y las hojas se agitan
con el maná que llega
sintiendo que es más justo
mantener equilibrios
en las ramas, que dejar
pasar las gotas de agua
dentro de sus madrigueras.
Cae la lluvia, y deja
no sé por qué, tristezas
de lágrimas que caen
desde el cielo a la tierra,
trazando melodías
que duermen las quimeras
de un renacer de alas
y un colorín de fiesta.