Italiano, alemán, venezolano,
tres mundos diferentes, tan lejanos,
hicieron de tu ser su anatomía,
y hasta hablas ingles
en esa gran porfía
de venir a nosotros
y expresarnos tu inquietud, tu alegría,
en ese punto de encuentro
que encontramos.
Grácil, tieron, alegre, ruidoso taciturno,
toda la gracia en ti,
cuando sonries.
Toda la voluntad en ti,
cuando consigues
venir a nuestros brazos
y abrazarnos.
Ya pronto crecerás tu espiga
y vendrás hasta mi, sin que lo pida,
mi esperanza de verte cada instante
para dejarme ver tu querido semblante.
Y plantando sobre los besos de esperarte
o hablarte del amor que nunca olvida.