Si yo pudiera
atravesar tus páramos
con la misma ilusión
que ayer tenía,
movería montañas,
cerros, llanos,
me hundiría en el mar
y extinguiría
la vieja llama
de escribir los versos
que encerrare, por siempre
mi porfía…
Si yo pudiera
discernir tus tiempos,
encontrando en las horas
la hidalguía:
lánguida y triste
reclamara cuando,
lánguida y triste,
los por que lanzara
justo a la mar
que siempre me esperara.
Si yo pudiera
revertir los sueños,
seguramente soñaría menos
logrando entrelazar
mejores días;
y suprimiendo mi mejor concepto,
le daría a los tuyos hidalguía
para atrapar los sueños
que ya tuve
y encontrar esa ruta
¡tuya y mía!