Allá
Allá

Allá

Allá, 

donde dormían todos

los crepúsculos 

y el sol dibuja 

multitud de luces, 

debiera estar también 

el río que produce 

todas las aguas mansas 

de los sueños 

que vienen a añadir, 

entre los tedios, 

una llama fugaz 

que se eternice 

dando vida al poema, 

descubriendo, 

ese mar de palabras 

y matices, 

que logran desatar 

tan sólo anhelos…

 

Allá, 

donde crece el austero, 

y los te quiero, 

suelen vagar en olas, 

por los cerros, 

animados de altura 

y de palabras 

requiriendo llenar 

de augustas aguas 

los linderos del ocio 

en el desmedro, 

de escribir tantas veces

lo que espero 

pueda llegar a ti, 

entre desvelos 

nacidos del amor 

y los eternos ruegos…

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