Ayer
Ayer

Ayer

Ayer volaron todas 

las voces sostenidas 

desde los viejos troncos, 

hacia las lejanías 

de apartados crepúsculos 

y gratas melodías. 

 

El sol mezcló colores, 

la tarde forjó sombras. 

Los árboles urgieron 

a las aves descanso. 

La brisa paso grácil 

entre el ramaje verde 

y el azul, asomando 

en el río, sus tonos 

hizo malabarismos 

de luces y de asombros. 

 

El río, reflejando 

las casas y los botes, 

seguros en la orilla, 

mezclaba el blanco 

de todas las paredes 

con el verde vestido 

en sus tonos alegres. 

Y hubo ronda de giros 

volando en los ramajes,

y hubo ronda de vuelos 

en todos los parajes…

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