Con la ayuda del viento,
meciendo cada hoja,
aligerando nubes
al paso de las horas,
recobrando la música
que entre árboles mora,
va la tarde cantando
al ritmo de las olas.
Cn el pequeño empeño
de trinar cuando pueda
van las alas danzando
sobre los frutos breves
y el canto proclamado
que los hace rebeldes.
Con la ayuda del sol
se maduran los frutos
bajoa la alfombra verde,
se revelan las alas
pequeñitas de todos
los pequeños que danzan
con sus trinos alegres.
Es el viento que empuja
hacia los nuevos cursos
de la empinada verde
y huele a fruta fresca,
azúcar florecida,
brindándonos las mieses…
Mientras se oyen los cantos
que cada tarde tiene,
cuando vuelan, cantoras,
las aves que se asoman
desde las ramas verdes…