Ignorando la forma
de llegar a tu orilla
tráfico entre las aguas
de mi río silente,
preguntando en las sombras
cómo y cuánto me quieres.
Anhelando mi encuentro
que, a ciegas, me entretiene
confundida y confusa
entre mis propias mieses.
Indagando miserias
e intentando tenerte
amarrando a mi barca
tus angustias y ayeres
vivo entre la fortuna
de adivinar quien eres
detrás de las cortinas
de los años que tienes,
detrás de los designios
de tus propios quehaceres.
Ignorando que todo
lo cedí a tus designios
he quedado aguardando
lo que jamás me adhiere:
un poco del calor
que irradias siempre
y el poder de anexarte
a mis olas en ciernes.