Alguna vez soñamos
que ya nunca soñamos
y escondemos los cuentos
que, alguna vez, contamos.
Es imposible el sueño
de todo lo clamado,
arruinando las olas
de nuestro mar legado.
Alguna vez sentimos
que nuestro vuelo arduo
se perdió en la frontera
de los sueños forjados.
Y otra vez recurrimos
a los siempre legados
sueños que nunca mueren
advirtiendo tratados
entre los fuertes vientos
y esas brisas tan suaves
como un beso anunciado.
Alguna vez vivimos
lo que siempre soñamos
y quedamos sin huellas
de pecados y culpas
que, tan pronto, olvidamos.
Y alguna vez vivimos
muchas veces los cuentos
que hubiéramos contado,
sólo para dar vida
a un eterno teatro
o un sueño marchitado…