Y allá, en la lejanía
de los caminos viejos
van cantando las hojas
y jugando los vientos
a llegar a la playa
más allá de los ríos
más allá del anhelo…
Es la tierra que vibra
cual aurora, en mi pecho,
es la tierra de antes,
la de los mil recuerdos,
esa parte cautiva
de todos mis requiebros.
El sol El sol que pinta azules
a lo largo del tedio,
la brisa que te cuenta
de dádivas y anhelos,
el río, desde siempre,
bañándote por dentro…
Esa es la tierra mía,
la que vibra en mi pecho
con su canción alegre,
su tambor de repiques
las faldas ondulando,
un redoblar de ecos.
Así te llamo siempre:
lisonjera y alegre,
como te estoy sintiendo
entre risas y anhelos;
de una aurora siempre firme,
de unos ojos que miran,
más allá del recuerdo…