Y te escribo
cual si fuera yo misma
en tu espacio celeste.
Como si tú no fueras
más que mi propia alma.
Y tus manos me pidan
encontrar en mis manos
esa bruma que asciende.
Y te llamo,
sin encontrar la fuente
de todos tus legados.
Cual si fuera yo misma,
en oscuro escenario
tildando de refugios
los brazos enlazados
en la triste figura
que analiza tu abrazo.
Y te busco
cual si fuera yo misma,
a quién estoy buscando
en una noche ciega
poblada de relámpagos.
Y mis brazos me abrazan
protegiendo mi espacio.
Y te busco,
en la búsqueda tonta
de todo lo anhelado.
Tal vez para perderte
de todos los contactos
en que he vivido ciega
sin comprender los logros
que mantienes y fijas
dentro de mí y mis brazos,
tendidos para siempre
hacia tí y tu abrazo.