Triste que no este deseando
poner mi mano en tu mano
mientras vamos modelando
caminos que caminamos.
Triste ver como se secan
las hojas de nuestro patio
sin que las lágrimas broten
para humedecer los tallos.
Triste que yo esté tan triste
con tu tristeza danzando
en un mar de puras sombras
que, a diario, me está cercando.
Triste la triste tristeza
de dos que se van negando
un amor que nunca llega
a limar nuestro cansancio.
Y trist trist la lágrima
de esta tristeza llorando…
mientras la tarde enmudece
y el sol decide dejarnos…