Hoy el cielo está gris.
De a poco a poco,
un sol que parece linterna
se asoma entre lo blanco
de las nubes más blancas.
Los árboles muestran ahora
su degradé de verdes,
marrones y amarillos.
Sobre el río,
una manada de cisnes
y patos y palomas,
dan el paseo clásico
del clarísimo día.
Dentro de poco,
la nieve cubrirá
todas las rutas.
Las aguas navegarán
más lentas
en su huida.
Dentro de poco,
cubriremos el cuerpo
con los gruesos abrigos;
el sol será más tenue
y el aire será también
mucho as frío.
Ya se caen las hojas,
y los árboles
anuncian la desnudez
de los tallos que emergen
mostrando sus arrugas
o sus pliegues.
Hay esa paz
que brindan los silencios
y los pocos que avanzan,
en ambas direcciones,
se callan o mantienen
sus voces apagadas.
Total:
las sonrisas no mueren,
a pesar de la zafra
que calzan las aceras
con multitud de hojas
en lasitud de quejas…