Inalterable,
inaplazable,
incongruente,
ilógica,
impertinente.
Y sigo aqui,
con todos mis recursos
obligada a cerrar
los últimos capítulos
que aún siguen…
Ineludiblemente,
inaplazablemente,
incongruentemente…
A pesar de mi misma
y todos los matices
que me dan por pensar
que nada de eso existe,
porque no es permanente…
Sola yo, caminando
mis propios días grises…
Sólo yo entusiasmando
los versos que me siguen,
admirando el paisaje,
viviendo de alegrías
y obviando cicatrices.
Agradeciendo al alba
el placer de seguirle
hasta que el día muere
y vuelvo a mis decires.
Yo, esta que viste y calza,
y agradece a la vida
las delicias del alma.
Amando como amo
mis mejores medallas:
¡hombre, hijos y nietos
que amo y que me aman!