Como si fuera poco,
como si fuera tanto,
las cosas van surgiendo
y, ante todo mi asombro,
voy apagando fuentes
que no están en mi diario.
La vida continua
con todos sus hartazgos,
sus quimeras, sus sueños,
su alegría de anos,
y una tristeza terca
que va sin hacer daño.
Y, ante todo el peligro,
el peligro en los años,
urgiéndole a mi cuerpo
sobrevivir andando
con los días que pasan
en los traviesos años.
Como si fuera poco,
siguiendo en mi corriente,
va mi río de siempre,
que crece y que decrece.
Teniendo la experiencia
de marginar sus fuentes,
ya vive, cual si nada
solitario y ausente…