Me gusta la tibieza
de tu mano en la mía,
esa mirada cálida
que sonríe y me premia
con un amor que plena
cualquier melancolía.
Me gusta oír tu voz
tan cercana a la mía
en los momentos gratos
que llenan la vigilia
con montón de recuerdos
y gratas fantasías.
Me gusta ir andando,
sin miedos y sin prisas,
con las manos unidas,
divisando parajes,
lejanos al paisaje
¡de tu ronda y la mía!
Me gustan como hablan
tus dedos que acarician,
llamando tiernamente
lo que a mi piel excita,
en un dar, recibiendo
con la misma armonía…
!Me gusta tu sonrisa
tan cercana a la mía!