¿Habrá el castigo justo
para el pecado humano?
¿Habrá destellos
para la nueva hora?
¿Habrá crucificados,
clavados en cruces,
no importa lo llorado?
¿Habrá un día de gracia
para los desterrados?
¿Habrá la nota justa,
y el día, a su costado
recordará la gesta
con los gestos alzados?
¿Habrá un día de misa
para los excusados
de mirar ilusiones
y borrar los pecados?
¿Habrá una vez,
por todas esas veces,
el claro amanecer
que ya nos pertenece?
¿Habrá por fin, auroras
cuando todo estremece:
el dolor en el alma
y el deseo perenne
de llegar a fronteras
donde la aurora crece
donde hay vuelos profundos
y ese sin fin de rostros
que soñamos juntos,
uniéndose en la zafra
de lo que perteneces?
¿Habrá día de gracias
rompiendo viejos moldes
para la nueva era?