Por qué el alba
está hoy tan alegre
cuando siento en el alma
una vejez que anuncia
en mi cuerpo la entrada
de una noche pacífica
sin entender qué pasa
sin que quiera abrir puertas,
sin otear las ventanas,
sin preguntarle al viento
porque luce sus largas
bufandas que golpean
con ritmo, mi esperanza.
No entiendo,
si dirige hasta mi su llamada
si estoy ciega en la búsqueda
de lo interno en las aguas.
¡No entiendo por que el día
me ve con esa cara!