Mi hambre viene de lejos
y de los nuncas,
va trajinando pasos
y en sus andanzas,
recuerdan sonrisas,
tierras lejanas…
Mi hambre encuentra sentido
por donde vaya.
Mi hambre arrea sus penas,
y a sus espaldas,
van surgiendo los versos
para premiarla…
Mi hambre exige los votos
que a mi me faltan,
y, a pesar de mí misma,
canciones arma,
para sentir contentos
que no la calman…
Mi hambre pide sonrisas
y arroja dádivas
que calientan deseos
sonriendo al alba…
Mi hambre destierra cantos,
arma murallas
trajinando las noches
que siempre faltan…
Mi hambre camina sola
y en la alborada
oye requiebros tristes
sobre las aguas…