Si yo me voy
y ahora
se ensanchan los recuerdos
entre lo que vivimos
sin siquiera ser nuestro
y aquello que callamos
como en un juramento
haciendo caso omiso
de lo que fuera cierto.
Si yo me voy,
si siempre
estará en nuestros fueros
las ganas de ganancias
en inútiles circos,
en palabras perdidas,
como si fuera nuestro
el placer de ganar
ante cualquier evento.
Si yo me voy
y vuelvo
como quien va derecho
a interpretar lo tuyo,
o lo mío, o lo nuestro.
Serán pocas las ganas
de vivir, cuando menos
juntando libertades
que antaño se perdieron.
Si yo me voy,
¿a dónde se irán
nuestros recuerdos?