De tener alas,
volaría a lugares
nunca vistos.
Despertaría a la aurora;
para, junto con ella,
saludar los paisajes
de este a occidente
sin boleto y sin peros
de hallar los incidentes
que hay en cualquier frontera.
Despertaría con sueños
alegres, placenteros,
que sólo los mejores
descubrieran.
Haría mi interna luz
iluminar mis eras
y estallaría en minúsculas,
rutilantes estrellas,
como si fuera en Pascua
el nacer de esta Era.