Aunque sigas sintiendo
la palabra que buscas,
el objeto deseado,
el encuentro de siempre,
como nunca apreciado.
Aunque sigas pensando
tantas líneas difusas,
sin llegar a los límites
del quiero porque quiero
sin esgrimir preguntas.
Aunque tu barca llegue,
más allá de los tiempos
de este seguir queriendo
sin retos y sin dudas,
yo te espero en la orilla
de nuestros sentimientos.
Y te sueño, buscando
en la playa encontrada
un cariño sin límites,
un sorbo de esperanza
en esta quieta espera
que nos conduce al alba.
Y me voy repitiendo
en el hallazgo primero.
Tú y yo en nuestros pasos,
nuestro mayor desvelo,
nuestro más grande hallazgo.