Hoy,
la luna
tiene hambre
de esas lloviznas
suaves…
Hoy,
mi cuerpo
tiene hambre
de lloviznas
de besos…
Hoy,
tan sólo hoy,
la luna y yo
vivimos
paridad en los sueños…
Pero la luna avanza
sus nocturnos caminos
y yo uno al mudo
sendero de los versos…
Queriendo suplantar
con letras nuestros besos.
Y los besos se alejan
más allá de la noche,
más allá del recuerdo,
más allá de las nubes
cubriendo nuestros fueros…