Y es así:
una a una,
igual se van moviendo
las capas de la vida
para encontrar su centro,
que es el alma.
Una y todas pululan,
así, en avanzadas,
todas las libertades
que tenías,
todas las alegrías
que guardabas.
Como se guardan siempre
los recuerdos que nadan
en el mar disoluto
que conjugan las almas.
Y es así, como llegas,
sin banderas, sin nada,
a dar tu propio golpe
temprano, en la mañana,
que te mira y sonríe
cual si no pasa nada
desde el alto seguro
de las ramas más altas,
desde las altas brumas
de las nubes que pasan,
desde el cerco mas alto
que mira hacia la playa,
desde la grave angustia
que cada tiempo invada.
Y es así, y es del todo
ese estar sin estar,
sin que te aguarda nada.
Yal vez sea por eso
que nunca nos emerge
de la más solitaria
de tus lejanas playas…
Tal vez sea por eso
que aún, sin encontrarte,
sigues batiendo alas,
hacia dónde te guíen
deseos o esperanzas…
Así, como quien busca
la promesa legada,
sin encontrar vestigios
de promesa en tu zafra.
¡Y es así como pierdes
la brújula encantada!