Conozco
Conozco los detalles de tu cuerpo, erguido como junco a pesar de los años. Conozco de ese aroma que te abraza cuando cruzas delante de mi talle. Conozco de tu risa tan sonora que tiene …
Conozco los detalles de tu cuerpo, erguido como junco a pesar de los años. Conozco de ese aroma que te abraza cuando cruzas delante de mi talle. Conozco de tu risa tan sonora que tiene …
Espera niña, yo se que estás amando. Entregándote. Emancipándote. Buscándole. Brindándole todo el dulzor. Haciendo horas para estar con él, que no están en tu reloj de cada día. Olvidándote de ti. Reclamándote continuamente para …
Entre nácar de cantos y sirenas. Entre corales de mil colores. Entre algas mecidas por el ondulante bailoteo del mar, va mi pececito amigo. En su aleta rota con mucho cuidado, junté coralitos, hilitos …
Bramó furioso el monstruo de las olas, sobre la superficie del paisaje. Vuelos altísimos rugiendo tras la espuma en un desolador viraje de árboles y maderas de raíces y tejas que sembraban la devastada integridad …
Lejos del pedestal donde se posa la abeja susurrante ante las mieles que le brinda la flor colorida, veleidosa, esta el cantar del pájaro rezando enamorado una oracion triunfal de giro y libertad entre los …
En busca de mi propio alfabeto me debato en mi universo de palabras, titilando como estrellas yuxtapuestas en un heterogéneo cataclismo, que no logra matar, solo lesiona, mi presionada búsqueda de sismos, lacerando, siempre lacerando, …
Ella estaba muy triste y no sabía si cantarle a la muerte o cantarle a la vida yo la vi en la penumbra de todos sus recuerdos, eran latidos quietos asomando por las tristes pupilas. …
Equivalentes, tus sentidos a mis sentidos los tuyos, con voz grave que me llama, desde la estéril soledad de las caricias. Pretendo no escuchar, aunque sintiendo, ecos de siempre en mi terca posición de no …
Los ruidos de la noche me acompañan en esta claridad que desvanece, la pequeña bujía ya perece, mientras la sombra avanza y la humilla. Todos los ecos de la noche saben como verter sus …
Señor Reloj, ¡Qué rectitud! ¡El tiempo pasa a su paso y usted no altera su danza! Llora la niña traviesa, grita sus penas la nana, se descarrilló el trencito, se pisó el gato la cola, …
Apaciguando senderos me puse en aras del canto, porque si te quise tanto, no ando buscando consuelo. Yo tengo un «siempre me muero» cuando te miro a los ojos y me van llegando abrojos …
Sin ton ni son descubriste que hacer mimos y caricias era vencer las distancias entre tu mira y la mía. Sin ton ni son poco a poco, manipulándome el día te fuiste haciendo la …