Una Vez
Una vez tuve sueños. Una vez tuve bríos para ir en pos de olas sobre mi mar bravío. Una vez hilé versas, en mi largo albedrío, una vez busqué todo lo que no había …
Una vez tuve sueños. Una vez tuve bríos para ir en pos de olas sobre mi mar bravío. Una vez hilé versas, en mi largo albedrío, una vez busqué todo lo que no había …
Espirales de azúcar mi zafra lleva y entre sombras y dudas la mar se apena oyendo el triste canto que ahora le llega. Y ya no se que busca tras las verbenas, si cantan y …
Yo soy tu musa la vespertina. La que sonríe siempre a la vida. La que oye ecos del mismo ayer, y se deleita de buenas notas para la historia del complacer. La que atesora …
Cuando clareaba la noche, a punta de madrugada, surgieron a pie de monte los soldados de la Patria. Cada uno: la esperanza contra la vieja fachada de políticos corruptos que robaban y mataban, usando armas …
¡Dibujar esos vuelos! La inminente caída de las hojas, anunciando ligeras la estación que comienza. Y en un correr de brisa, pequeñitas florecen mil olas danzarinas en las aguas que corren del río y …
Giré un poco mi rostro y hallé el tuyo frente a las escaleras de mi aula. Tu rostro hermoso, tus ojos verdes, ansiosos, diciéndole a los míos, lo que mis ojos tan pronto comprendieron. No …
Todo fue sumergirme, todo fue desprenderme, todo fue claudicar y encasillarme. Todo fue un querer ya no quererme. Todo fue culpa mía, mi desastre. Todo fue no fundir mis girasoles con otro pleamar que tus …
Me puse las ganas de bailar y bailé. Me puse las ganas de llorar y lloré. Me puse las ganas de pensar y luché. Y luché mucho, sin que se viera el cambio. Al …
Vengo repleta de palabras. El paseo a lo largo del cotidiano río, los árboles, las casas, las flores, los senderos. Un cielo ambivalente hablándote de fríos y aguaceros, mientras refleja un sol que no calienta, …
Pasó el miedo por su mente, pasó el miedo por sus ojos. Pasó el llanto a la calma, y de la calma a los rezos, y de los rezos a los sollozos. Pasó del fuerte …
Hoy me dejé llevar por tantas voces, que parecía un coro sobre mi quieta almohada plenando mis designios y deseos con un gran abanico de palabras. Unas tendían presentes a mis contínuas fallas, tratando de …
Fehacientemente protegida. Heredera de un cosmos trashumante. Perdida en la quietud que da la Diana, cuando en su bosque esculpe los pesares en la piel de los árboles, o en las lajas delgadas de las …