Desde La Ubre De Azules
Desde la ubre de azules de la noche, un vendaval de luces se regala dando a la superficie de las aguas los brillos desiguales que se entregan. Duerme la faz tranquila en horizonte. En algún …
Desde la ubre de azules de la noche, un vendaval de luces se regala dando a la superficie de las aguas los brillos desiguales que se entregan. Duerme la faz tranquila en horizonte. En algún …
Antes de ser yo misma ya era alondra. Antes de pertenecerme ya había sido una nada feliz, mi cuenco de agua vació y sin sedientos pájaros que tornaran mi agua amarga. Algún hermoso frailejón sin …
Si llegara a cantarte, no sabría, cantarte para siempre no podría. Cantaría a tu imagen a tu sonrisa, tu alegría, tu magia, cantaría, mas sólo frente a tí como se canta a los amores locos …
Mientras las hojas danzan mirándose al espejo del diáfano río que navega despacio, las ramas de los árboles saludan a tu paso y en su reposo verde hacen nidos los pajaros. Mientras pasan las voces …
Todo mi amor es puro, es agua, es manantial, es pedazo de cielo terminado en altar. Mi amor es golondrina llorosa que se queda y es mi hondo optimismo entre verdades viejas. Mi amor es …
Después de las palabras el deshielo del iceberg: tumultuosamente desbordado. El canto de los pájaros haciendo insoportables las preguntas, que hacen las pupilas a tu rostro, centellando en el espacio. Después de las palabras, …
Desde la soledad me llamas, en letargos parecidos a tu imagen y a la mía. Yo te respondo, a veces, con un requiebro mudo que desea cubrir tu soledad con mi abandono. Pero no es …
Pudiera ser, pero no soy, ajena a tu plegaria y a la mía sigo siempre imbuida del viejo antagonismo que sentía. Y no se que esperar ni devolver a cambio de la nada que entregó. …
Dientes de leche, huecesitos tiernos que hacen sangrar encías y se sueltan diciendo: «es difícil crecer, pero ya es tiempo de abandonar el nido, para que crezcan esos dientes más duros. Para duras mordidas y, …
Tu renacer en mi calladamente; follaje gris esperanzado, triste, en el agreste nubarrón del tiempo y del espacio. Tu figura anhelante se me tiende con un gruñido casi, casi como un gemido con un crujir …
Una vez, calló la voz en los cercados y no tuvimos voz para cantarle a la luna que se acercó feliz, para encontrarnos. Una vez, se cayeron los brazos que araban esos surcos pariéndose …
Cuando al pasar pasando te detienes, la vida en su pasar pasando sigue al fondo, sin esperate a ti, sin esperarme a que recoja las viejas profecías que hacían de tus días y mis días. …