No Te Afanes
Ya no te afanes, alma, tranquiliza dentro de ti no ser ese ser que esperaba la eterna gratuidad de ser amada y el compromiso intrínseco, de ofrecerte a ti misma en la devolución exacta. …
Ya no te afanes, alma, tranquiliza dentro de ti no ser ese ser que esperaba la eterna gratuidad de ser amada y el compromiso intrínseco, de ofrecerte a ti misma en la devolución exacta. …
Nuestra escuela es el templo sagrado donde brilla la luz del saber. Ven conmigo, levanta tu mano, vamos niño, corriendo a aprender. Nuestra Escuela querida, nos llama a estrechar nuestros lazos de unión, porque unidos …
Como en éxtasis, atravesé los muros de la casa, y me fui. Tan limpiamente como pude, a través del espacio. Sentí los mil aromas que emergen de las flores del jardín de las madres de …
Voy a lo más profundo de la estela conjugando centellas con mi canto, mientras mi barca triste, navegando, va perdiendo su imagen entre tanto. Una débil neblina hace mellas en la visión correcta de mis …
Huesos, maniquí deteriorado que desprendió de carnes sus costados para quedar desnudo de matices. Armazón presumido, que mantiene la verdad del andar que nos sostiene en el débil equilibrio de los pasos. Adalid protector de …
Cuando te fuiste, hermano, estabas claudicando a la sonrisa buena de todos tus hermanos, a la gentil mirada de la madre, al olor inspirador de la cocina, que nos colmaba el hambre, a las tertulias …
Quisiera sumergirme entre las olas azules-ambarinas de mis sueños. Y no sentir mas dueño, estando a solas, que la dulce ansiedad y el loco empeño de verme sumergida entre mis olas….
Vino con la marea, no supimos de qué lugar lejano había venido, pero el bote quedó solo en la orilla, como llamando a gritos la presencia, la mano ágil que lo había traído. A golpes …
Cuando regrese del final de mi historia y la luz del nuevo día no me humille. Cuando pueda sentir, sin subsanar errores y el frío de mis huesos no estimule la frialdad de las dádivas …
Mira, cuando las plantas cuajen sus capullos de aromas, voy a escribirte un verso donde presientas la misma cálida presencia de un pájaro encantado, o de un lirio, de un beso…
Calladita, con tus grandes e inteligentes ojos, llegaste a nuestra casa. Tempranito. Me esquivaste los brazos que querían, conocer y abrazar tu cuerpecito. Hablas poco, pero interrogas mucho. Pides mucho también, en el intento, logrado …
Paso y observo cuando la piel de los árboles agrietadas de tiempo crujen y se desprenden de los troncos resecos. Caen, como en bandadas las conchas que ahora surgen. Proponiendo piruetas, a destiempo, la brisa …