Cuento Triste
Hubo una vez, teniendo la certeza del ser, una hormiguita, como nadie, segregacionista solitaria. Con un ego tan grande, que pensaba triunfar en toda lid, solo teniendo su férrea voluntad y la porfía de ser …
Hubo una vez, teniendo la certeza del ser, una hormiguita, como nadie, segregacionista solitaria. Con un ego tan grande, que pensaba triunfar en toda lid, solo teniendo su férrea voluntad y la porfía de ser …
Mar Caribe que bañas la suave, ondulante arena en las playas blancas, rojizas y cremas marrones, plomizas, a veces altivas, a veces serenas de mi Venezuela. Mar Caribe, tribu, amante y guerrera. Venezuela …
Para ser un poema quise cortar mis sueños y hacer un ramillete de colores y versos. Pero no pudo el verbo de mi canto ir, sin mi propio ser… no fui poema…
Una flor, hecha brisa perfumó la casita, volcó sonrisas y la mano del niño corre tras ella y al tocarla sus manos, se volvió estrella. Ya perfuma la estrella brilla la flor y en …
Se quiere a un hombre o a una mujer ¿casi toda la vida, la mitad de la vida? pero a un hijo se quiere desde el principio mismo de los tiempos. Desde los poros del …
Si quisiera ser yo, lo pensaría. Es tan adusta mi expresión y soy tan rígida, que no quiero ser nadie que se parezca a mí, y, al momento torno a ser, yo de nuevo, en …
Contigo voy con la tristeza vaga diluida en mis canas trastornando la amarga porfía de hoy y siempre. Contigo estoy porque sin rumbo fijo, mi pesadez se puso sus abrigos para el frío ancestral …
Abriéndose paso desde el Norte abierto de costas y sueños, las pesqueras islas de los galerones de canto sereno, vertientes, montañas, valles y senderos, acuñando toda voluntad de acero, al Centro llanuras con sus pastos …
Aguarda, tu corazón detiene la prisa de los tiempos, hechos parábolas móviles. Se han ido, vacilantes, los minutos que piensan lo que opinan las horas, cuando una alondra vuela sin dejar los susurros tras las …
¿Sabes la historia de la niña aquella que en un día Domingo se encontraba cantando el Himno Nacional en el teatro de la vieja escuela? Pues bien, su voz tan fuerte y ancha como …
Hoy, me siento demasiado sola para manchar a nadie con mi soledad. Hoy, me siento demasiado triste para legar a otros mi tristeza. Hoy, me siento tan estoicamente yo que no puedo compartirme. …
Mientras pasaba el tiempo, un conejito entraba y otro salía, y entre entrada y salida, como en los cuentos, en tu sonrisa toda quedó prendida la conejita alegre de las caricias…