En Carne Viva
En carne viva el estupor mira la muerte y se cobija en una quieta sombra, agazapada. Mira perderse así el fulgor con que las hadas juraron la justicia y le mintieron. Fue la guerra feroz …
En carne viva el estupor mira la muerte y se cobija en una quieta sombra, agazapada. Mira perderse así el fulgor con que las hadas juraron la justicia y le mintieron. Fue la guerra feroz …
Hay un inquieto cúmulo de hojas alzando su orfandad al saludarnos; y nos murmuran cosas que sentimos, que vimos suceder y que callamos. Hoy nos pidió la vida aletargarnos detrás de los adioses consabidos y …
Y te sabes callar cuando el silencio no borra lo que ya nos dijimos. Y te sabes fundir cuando la unión no borra lo que ahora sentimos. Y te sabes marchar cuando un instante tuyo …
Con la tijera de cortar recuerdos, con una infatigable voluntad al aire fui recortando adioses y caricias, redimiendo rencores y estandartes. Me fui quedando muda, sin la locuacidad de siempre. Mis oídos, ansiosos de sonidos …
Abrí a tus manos cálidas cinco aromas distintos… Y tú, igual que a mí abrigaras con mimos estas nuevas pupilas que te brindo para la vida eterna Abrí a tu corazón cinco suspiros que se …
Sopesando en el silencio la espera y el recuerdo, te aguardo… No consigo unir lazos que abracen mi tristeza de siglos y la estrechen, amigos. Sola, en la virtud estival de estar conmigo, ni siquiera …
Aunque sea un minuto que resucite el canto, quiero que resucite en mi, fluido, vigoroso, ancho, eterno … Aunque no quede ya una flor hermosa, quiero en mis manos pétalos de rosas, quiero en …
Viéndote así, tan ávido, tan lleno de preguntas, tan sonriente, agitas, dentro mío, el placer de enseñarte. Forjándome de ti, asombro y optimismo, curiosidad y empeño. Porque no tiene el tiempo más medida Que aquella …
¿Recuerdas madrina: la casa de entonces, sus grandes ventanas, y el radio y el paño tejido que lo disfrazaba? ¿Recuerdas: el patio con sus margaritas, sus guayabos altos, aquellos caminos de pueblo pulsados de mangos …
Asumí de pequeña que cantarle a la Patria era cantarle a todo lo divino y profano que existía. Cantarle, así asumí, a toda maravilla que en su seno guardara: al brillo de la arena entre …
Tu figura de siempre no se ha ido. Tu mano de firme voluntad, pulsando el aire, ha quedado prendida en el espacio. No te marchas, por la sencilla razón de que no puedes irte. Te …
¡Que infinita placidez me embriaga ahora¡, estoy en paz con Dios, en paz con todos. Ni una sola mirada esquiva me señala, ni una sola sonrisa me perturba. Estoy aquí, de pie y manos …