No Digas Que Es Mentira
No digas que es mentira que te he visto llorar no me escondas el rostro ¿por qué? Si de cada lagrima tuya surgió en mi otra igual…
No digas que es mentira que te he visto llorar no me escondas el rostro ¿por qué? Si de cada lagrima tuya surgió en mi otra igual…
Cuando el viento, zumbando entre los árboles hacía de su música alegría, las aves, intuyendo los sonidos cantaban sus canciones preferidas. Los murmullos del tiempo se hacían eco de notas afinadas y sentidas. La paz …
De aquella mansedumbre que surgía, unos días después de la contienda acallando rumores en mi mar bravío, depositando en aras de la paz todas mis prendas. Ya no me queda nada, más que la estoica …
No sé por qué la vida retuerce desde adentro, venciendo tus mil pliegues con lisonja o disgusto, y te lleva rodando hacia donde no quieres poniéndote en las dudas de estar fuera de tono, pero …
Esa amiga que no conocí le dio a mi vida, mucha más amistad que otras amigas a quienes conocí toda la vida. Cada tarde yo estaba en aquel parque leyendo algún libro o cuidando …
Caballo claro, caballo mío. Crines que corren con dulce brío. Dime caballo de sol y lunas. Dime si llevas noticia alguna. Dime si el sauce que estaba triste ha desplegado su crin al …
Cada uno a lo suyo, me dijo, otrora, el río cuando a su orilla fui buscando alivio. Yo a mi correr de siempre, marginando, raíces vegetales, basuras y peñascos. Tu a tu andar …
Nos llegó el mensajero esta mañana, y dijo las noticias que no vimos y el corazón de todos en la boca, secó con la sorpresa el palpitar. Nos llegó el mensajero esta mañana, y todos …
Crujir de saltos en la vasta tierra hablan de la certeza de tus pasos, ligeros y sedientos, en esa vastedad con que los vientos arreciaron de sol tu piel oscura. Hay un tambor que grita …
Es tiempo de morir, la hora es buena. La sed, desvencijada ya, descansa no hay nada en mi interior que me sostenga. Estoy herida, de una herida brutal, mortal y despiadada. Es tiempo de …
¡Y bien! estoy aquí. El vértice promiscuo que me entregó tu mano ya no existe. Desnuda ante ti, la ciudad, tras las ventanas es el marco insoluble de esta desnudez que te brindo. Ya se …
Por quererte mirar cuando tu rostro miraba sin cesar el rostro mío, me encerré para siempre en desvaríos incapaz ya de conseguir no verte. Por quererte besar cuando tu boca llegaba con placer hasta …